LAS CUESTIONES ÚLTIMAS



1.    Las Cuestiones Ultimas

La muerte nos ha planteado interrogantes de muy difícil resolución en el marco estricto de una reflexión filosófica, ya que es muy complicado para muchas personas creer que después de la muerte hay otra vida, esto resulta difícil porque muchas personas piden explicaciones muy concretas. Existen otras preguntas escánciales que resultan difícil de responder. Pero para ello el desarrollo de este contenido.

a)    La pregunta sobre el sentido de la vida

El dolor y el sufrimiento son una de las cuestiones últimas que se plantea el hombre de todos los tiempos. Y ese dolor alza como un enigma porque no estamos hechos para sufrir si no, por el contrario, para ser felices. La reflexión humana y entre ellas la filosofía, quizá puede dar razón de algún dolor en particular, pero de los grandes dramas que asolan a los individuos o las personas  y pueblos resulta muy difícil, por no decir imposible, encontrar una justificación racional.

Ya hemos hablado de la muerte y del mas halla y de los problemas irresolubles que plantean. Ahora podemos añadir los problemas relativos al origen. Por un lado esta el inicio del genero humano, que los antropólogos intentan desentrañar con muchas dificultades. Por otro, el misterio sobre nuestro propio origen. La gran pregunta que se hacen es ¿de donde hemos surgido? ¿de donde venimos? Y, en consecuencia ¿Quiénes somos? Hay una inseguridad de porque fui creado y para que, somos conscientes e no habernos puesto nosotros mismos en la existencia y, puesto que poseemos
  
Un núcleo espiritual no corruptible, podemos intuir que alguien ah debido crearnos tal como somos. Pero ¿hasta que punto podemos estar seguros de ello? Y ¿Quién y como es ese alguien?
Estas cuestiones, y otras que se podrían añadir, son las que, reunidas, dan lugar a la pregunta esencial: ¿Por qué y para que vivimos? ¿Cuál es el sentido último de nuestra existencia? Estas preguntas se hacen la mayoría de personas por naturaleza, buscar una respuesta a cada interrogante que cada persona se plantea.

b)    La Pregunta Sobre Dios

La otra pregunta radical que todo mundo se hace es la pregunta sobre Dios. Y en esta cuestión podemos distinguir con claridad dos niveles. El primero, e la pregunta sobre su existencia, muchas personas se preguntan quien es el creador y si en verdad existe un Dios, la respuesta a esa pregunta es muy complicada, ya que cada persona esta segura de Dios por medio de l que la religión le dice y le enseñan. Pero, a pesar de ello, el porcentaje de personas que se declaran ateas sigue siendo bajo porque hay tantas cosas en el mundo, comenzando por el mismo hombre, que no se explican ni se justifican por si mismas, que la existencia de un ser superior que de cuenta de ellas se impone con rotundidad a la inteligencia.
Muchos se preguntan ¿Cómo es Dios? ¿Es uno o múltiple? Es la interrogante de muchas personas que no están seguras de si mismas. Si la inteligencia puede llegar de modo mas o menos clara a afirmar la existencia de Dios, lo que si esta vendado por completo a nuestras fuerzas es el conocimiento concreto de las características de la divinidad.

c)    Actitudes y Respuestas

Los dos grupos de cuestiones que acabamos e considerar tienen una doble característica. La primera es una centralidad, que se responda a cualquiera de ellas de un modo u de otro afecta a la orientación global que cada persona puede dar a su existencia.
Jaspers ha recogido un dicho de la edad media en respuesta a esta situación que sintetiza lucida ironía esa dificultad.

Vengo, mas no se de donde.
Soy, mas no se de quien.
Moriré, mas no se cuando.
Camino, mas no se hacia donde.
Me extraña que este contento.

Nos encontramos así con una situación muy peculiar y paradójica. La persona sabe que existe una serie de asuntos claves para orientar su vida y, sin embargo, es incapaz de resolverlos. Analizaremos a continuación cuatro posibles respuestas:

  1. Negando su existencia: el dilema, simplemente no existiría. El hombre no es más que un conjunto de materia. Por lo que no tiene sentido plantearse este tipo de cuestiones.
  2. Disfrutar del momento: esas cuestiones, responde los que se sitúan en esta línea, son demasiados complejas, lejanas e irresolubles. Enfrentarse a ellas no lleva a ninguna parte más que a un esfuerzo estéril y baldío.
  3. Un ser para la muerte: para esta posición, y a diferencia del cientificismo, es hombre no es pura materialidad y, por lo tanto, no puede ni negar las cuestiones fundamentales ni esquivarlas de manera superficial con una frívola referencia al disfrute momentáneo.
  4. La religiosa: si existe una serie de enigmas en mi vida a los cuales yo no puedo responder por mi finitud y por mi limitación, pero existe, al mismo tiempo, existe un ser superior y responsable en una u otra medida de mi existencia y la del mundo, esa a él, lógicamente, a quien tengo que recurrir para encontrar las respuestas que me faltan. La religión aparece como la respuesta más convincente a las preguntas fundamentales sobre la existencia humana.
Por Jose Latín Rojas




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